El técnico Alberto Avellaneda ya avisó en la previa que la grada de El Ferial asistiría a un gran espectáculo y lo cierto es que acertó de pleno porque lo cierto es que la igualdad que se intuía entre manchegas y azules se mantuvo hasta el último suspiro. Hasta tal punto que, cuando uno de los bloques parecía asestar un parcial algo amplio, se encontraba a renglón seguido con una respuesta ciertamente proporcionada.
Que el CV Kiele Socuéllamos no era un equipo más, a pesar de su inexperiencia en la élite, parecía haber quedado claro en el último tramo de la Liga y venía a ratificarlo su posición en la tabla. El titánico pulso que mantuvo con el OSACC Haro no hizo sino llevar a escena esa impresión, asistiendo de salida en tromba de un rival que, con Amelia Portero al saque, trasladó toda la presión a la cancha de las locales anotándose un parcial 1-5 cuando menos preocupante.
Mucha igualdad y gran juego
El OSACC Haro tenía problemas en recepción, pero logró afianzar su recuperación en la parcela defensiva. Pero sólo tímidamente (4-7) porque Renata Benedito machaba a la tensa para estirar las ventajas (5-10) y sólo la aparición en primera línea de Rocío Gómez y Jocelyn Urías, que sumó su primer punto en el 8-11, permitió maquillar la situación y estrechar el lazo tras una pegada a la tensa, y a la carrera, de Alicia De Blas y un envío de Paola Martínez que no encontró pista (12-13).
A pesar de todo, el OSACC Haro entró en fase de máxima tensión para lograr la igualada (20-20) y la primera ventaja del partido del tirón (21-20) antes de perder consistencia en ataque y ver cómo dos fallos a destiempo aliviaban la situación al Kiele, que se llevaba el primer punto (22-25).
El equipo de Socuéllamos arrancó el segundo asalto con un colchón de cuatro puntos (0-4) y mantuvo ese margen gracias al respaldo de Paola Martínez en ataque, pero fue al final un espejismo. De Blas, que dio el susto en el calentamiento por un problema en el toblillo, dio un paso al frente, golpeando largo y profundo para culminar la primera fase de una remontada (12-12) que pareció contener, en el eje de la divisoria, Anna Walsh para sostener un cruce de golpes vibrante que trató de enfriar Chema Gutiérrez con un tiempo reclamando con 18-16 en el luminoso.
Respuesta del OSACC Haro
Sin embargo, las azules volvieron a contraatacar. Tati Vera se anotó dos saques por la vía rápida, Bulgarella se anotó un punto más con un golpe de recurso y Rocío Gómez se sumó a la fiesta para establecer una brecha (23-18) que Bulgarella y de Blas se encargaron de completar golpeando contra bloqueo y clavando la bola al fondo del campo rival (25-19).
Porque en realidad el duelo no había hecho más que comenzar y anunciaba traca, apuntando por instituto a su resolución a cara o cruz en la muerte súbita. Fue en los siguientes puntos cuando se produjo un encontronazo brutal entre las principales artilleras de uno y otro equipo, y cuando se asistió a golpeos espectaculares, como el tiro profundo que Marta Hurst llevó al rincón (6-5) y a un periodo de constantes igualadas a 9, 10 y 5 puntos que pareció desequilibrar Renata Benedito con golpeo incontestable que complicaba, ciertamente, las opciones del OSACC Haro (16-21).
El entrenador del Haro pareció intuir cierto desgaste físico en su bloque, optó por dar descanso al seis inicial y al mismo tiempo exigió el máximo de su rival para hacerse con el set (19-23) entendiendo que ese punto estaba decidido, al haber reaccionado demasiado tarde y toparse, además, con la mejor versión del Kiele (20-25).
La apuesta del OSACC Haro pasaba por ganar oxígeno y sumarse el cuarto saliendo a pista como un tiro, resguardado en la aportación de Rocío Gómez en defensa y en ataque (10-8) y un ejercicio de casta colectivo liderado por la líbero del equipo. Clara Barceló se encargó de levantar balones imposibles para responder con contundencia y sumar el parcial que restablecía el equilibrio después de ver cómo Sofía Bulgarella sellaba la superioridad de las riojanas colando todo lo que le venía desde el cielo (23-18) después de un tramo final en el que el último punto se hizo esperar porque las locales intuían que no era necesario apretar y llegaría por su propio peso (25-21).
Y al final llegó lo previsto en el guión. Kiele y OSACC Haro acabarían decidiendo la suerte del encuentro a la carta más alta. Y ésta cayó del lado jarrero de la misma manera que pudo haberlo hecho del manchego, porque, a pesar del parcial 8-11 que alimentaba las aspiraciones de las visitantes, después de haber llegado con ventaja de dos puntos (6-8) rentabilizando al máximo dos envíos de Jocelyn Urías y Rocío Gómez fuera de marco.
Para entonces Sofía Bulgarella, que acabarían presentando una tarjeta con 24 puntazos, estaba desatada e insuflaba aliento a sus compañeras manteniendo el tipo junto a Marta Hurst con un ‘block-out’, un bloqueo de la central mexicana y una diagonal de la argentina. Todo un frente de artillería para compensar las respuestas picadas y certeras de Paola Martínez, en el otro lado de la red. Hubo empates a casi todo (a 14, 15 y 16) y bolas de partido para los dos equipos, pero en ese cruce brutal, sin concesiones, el arreón paso factura al cuadro de Chema Rodríguez que no hizo diana con sus últimos remates (18-16). Un final agónico para un duelo brillante y con final feliz para el Haro.